Todos estamos de acuerdo: no hay nada más aburrido que tener un teléfono inteligente un smartphone lento. De las 3 horas que pasamos de media mirando el móvil, ya sea en el trabajo o en el ocio, queremos que funcione al 100% con rapidez.
Pero con el paso del tiempo y el uso, los smartphones smartphones comienzan a ralentizarse, ya sea por falta de espacio, por falta de actualizaciones recientes o simplemente por el exceso de aplicaciones.
Para solucionar este problema hemos reunido 7 consejos prácticos que funcionan en cualquier smartphone, sea cual sea el sistema operativo, y que te asegurarán un dispositivo más rápido y eficiente.
1 - ¡Recomenzar!
¿Cuántas veces has reiniciado tu smartphone en los últimos 6 meses? Como cualquier dispositivo electrónico, el teléfono también necesita reiniciarse de vez en cuando para restablecer no sólo las aplicaciones abiertas, sino también la caché y la memoria.
2 - ¿Tiene animaciones de fondo o de transición? Apagarlas
Este tipo de animación de pantalla o transición entre aplicaciones puede hacer que tu teléfono inteligente frenar. Reduce o desactiva las animaciones en los ajustes para que el dispositivo sea más rápido.
3. Compruebe su versión
Muchos smartphones están configurados para actualizarse automáticamente, pero esto no siempre ocurre. Entra en los ajustes de tu teléfono y comprueba qué versión tienes y si hay nuevas actualizaciones. Las versiones más antiguas a veces pueden causar ralentizaciones.
4. Comprueba el espacio libre
¿Cuánto espacio libre tiene en su teléfono inteligente? Comprueba el espacio utilizado en aplicaciones y archivos, elimina lo que no has utilizado durante mucho tiempo y también las funciones en uso en segundo plano.
5. Haz una copia de seguridad de los archivos en tu ordenador
Hay archivos que no necesitas regularmente en tu teléfono inteligente? Luego puedes eliminarlos haciendo una copia de seguridad en un ordenador o dispositivo externo. Así ahorrarás espacio y tu teléfono será más rápido.
6. Evalúa las últimas aplicaciones instaladas
A veces instalas aplicaciones que nunca utilizas. En los ajustes de tu teléfono puedes comprobar la regularidad con la que utilizas una aplicación y valorar si merece la pena mantenerla ocupando espacio -y velocidad- en tu teléfono inteligente.
7. Restaurar la configuración original
Este es el consejo de último recurso: si ninguna de las opciones anteriores ha transformado tu teléfono en el último demonio de la velocidad, considera la posibilidad de restaurar los ajustes de fábrica, eliminando todos los datos.